Puede que esa fuera una de esas noches en las que Sexy Amy se iba de fiesta, o a cenar a un restaurante, una boda… cualquier motivo es bueno para vestir tan guapa. Aunque siendo sinceros, no nos importa mucho de donde viene y a donde va, sino más bien esas botas con tacones que nos tiene hipnotizados. El fetiche de las botas femeninas crece y con él la popularidad de esta rubia que acepta cualquier género con mucho gusto… Tu nueva diosa es rubia y se llama Sexy Amy.